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Pensando en un vídeo que hice hace tiempo en mi canal de Youtube contando como es un día de reset para mí, qué son y porqué son necesarios; he caído en la cuenta de que existen tres tipos de reset y que resulta importante analizar en cual te encuentras, para poder encajar los cambios que están llegando a tu vida.
¿QUE ES EL “RESET”?
El reset le llamo yo a ese día que necesitas dedicártelo a ti para poder poner tu vida en orden, cuando sientes que durante toda la semana no estas dando el 100% de ti y que cada día estás más decaído, cuando te va faltan la energía, es cuando necesitas parar y dedicarte tiempo.
¿QUE TIPOS DE RESET HAY?
Y aquí es cuando entra el análisis, es importante conocer en que momento de tu vida te encuentras para poder sanar tu herida/mente por medio de los pasos más acertados. Por ello, me he puesto a recapacitar y he conseguido clasificarlo en 3 tipos distintos:
1.RESET MENTAL:
El reset mental es el más común y habitual, este tipo nos es necesario después de semanas agitadas donde no has podido llevar todo lo que quisieras bajo control. Y esto se puede apreciar en que tu espacio de trabajo está desbordado de papeles, tu zona de relax está bastante desordenada, la lista de tareas pendiente va creciendo a una velocidad apabullante, y en general tanto tu casa como tu mente están bastante desordenadas y agitadas.
Porque hay estudios que demuestran, y tú también puedes comprobarlo, que el desorden que existe a tu alrededor es un reflejo de la desorganización y desorden de tu mundo interior. Es decir, el espacio donde nos encontramos repercute directamente en nuestro estado de ánimo y nuestra claridad mental.
Así que cuando te encuentres desbordado, observes tu alrededor y solo veas caos y tu mente la notes tan disipada que te es tremendamente difícil concentrarte en una tarea ¡ES HORA DE UN DÍA DE RESET MENTAL!
Pero… ¿Cómo lo hago?
Pues lo principal será ordenar el espacio de trabajo donde más saturado te encuentres, revisa bien todos los cajones, objetos y hojas; y todo aquello que no le encuentres sentido echalo fuera de tu espacio, porque solo te estorbará.
Una vez tienes tu espacio reluciente y ordenado, continua con las demás estancias de tu casa. En este momento no se trata de hacer una limpieza integral sacando todo lo que hay en los cajones, sino trataremos de hacer una limpieza superficial y trataremos de organizar aquello que necesitemos tenerlo a mano. ¿Hay algún objeto que llevas semanas viendo y dudas de si tenerlo o no? pues deja de atormentarte cada vez que lo veas, dónalo, véndelo o directamente a la basura. Solo queremos tener cosas a la vista que nos aporten paz.
Una vez tenemos nuestra casa limpia, ordenada y organizada podemos pasar a una limpieza y organización virtual, revisa tu ordenador, tablet y móvil y deshazte de aquellas apps y archivos que ya no utilices.
¡Perfecto! última parte de la fase tediosa del proceso: coge tu lista de tareas por hacer y todas aquellas que puedes hacer en menos de 5 minutos ¡hazlas! Muchas veces tenemos tareas que vamos dejando pasar días y días que podríamos haber hecho en ese mismo momento y en cambio nos pasamos días con esa tarea en la cabeza diciéndonos continuamente que tenemos que ponernos con ella. Verás como tu mente a partir de ahora está más relajada. Observa las demás tareas, aquellas que necesites un poco más de tiempo búscate ahora mismo un hueco y apúntalo en tu agenda o en tu móvil para hacerla. Y aquellas últimas tareas que tenemos apuntadas pero que vamos retrasando porque las vemos inabarcables vamos a reducirlas en tareas más simples y las apuntamos también en la agenda.
¡Genial! ya has conseguido vaciar tu mente de deberes y molestias visuales y ahora nos vamos a encargar de mimarnos un poco. Poner nuestra mente y nuestro cuerpo en sincronía por medio de la relajación, ese merecido descanso por haber hecho un buen trabajo.
Piensa en las cosas que más feliz te hagan o más te relajen, pero recuerda que es un proceso de autocuidado, no debes involucrar a otra persona, o por lo menos al principio. Puedes ir a dar un paseo, tomar el sol, leer un libro, preocuparte de tu cutis aplicandote mascarillas, hacer ejercicio. Cualquier actividad que te haga reconectar contigo mismo y te haga sentir relajado y feliz de estar en el momento presente.
2.RESET ESTACIONAL:
Depende del lugar geográfico donde te encuentres, puede que necesites este tipo de reset dos o cuatros veces al año. Es la necesidad de cambio originada por un cambio de estación. En mi caso, yo vivo en Valencia, donde la primavera se funde con el verano y el otoño no existe, alargando el verano y el invierno. Por ello únicamente realizo este tipo de reset dos veces al año: cuando va empezar la primavera/verano y cuando está apunto de llegar el invierno.
El cambio de estación es la clave para la necesidad de este cambio que previamente necesita un día de reajuste (reset). Empieza siempre por vaciar el armario de la ropa de la estación anterior y sacar la de la nueva estación y termina con toda la casa patas arriba sacando todos los cajones y los objetos de su interior, así como mover todos los muebles y revisar absolutamente todo. Es un día intensivo en el que llenamos muchas bolsas de basura, sacando lo viejo e incómodo para dar espacio a lo nuevo. Es una etapa de cambio superficial que debido al cambio meteorológico también cambia nuestra actitud y nuestro estado de ánimo:
- En verano sacamos la ropa ligera, nos pasamos el día de casa, socializamos más, buscamos más tiempo para estar al aire libre, nos llenamos de vitalidad, etc.
- En invierno sacamos la ropa más gorda y suave y creamos nuestro propio proceso de hibernación, reduciendo el tiempo de exposición social y de salidas, buscando planes más hogareños y a poder ser, que se puedan realizar con una manta enrollada a nuestro cuerpo.
Una vez terminado este proceso de limpieza, orden y liberación nos encontramos más en sintonía con nuestro presente, con la naturaleza y con nuestra mente.
3.RESENT EMOCIONAL:
Es el más complicado y difícil de reconocer de todos, porque viene de la necesidad de un cambio exterior originado por un cambio interior. Previamente a este proceso nos sentimos en un estado irritable, con la mente muy nublada o con muchas ideas que nos vemos incapaces de hacer realidad, nos sentimos incomodos en nuestro propio espacio y las relaciones sociales también se ven afectadas.
Llegar a este momento aunque os lo haya pintado como horrible, es precioso si sabemos comprenderlo. Se trata de que ya no estás en sintonía con tu presente y con la vida que llevas ¿y eso es precioso? sí, porque quiere decir que has EVOLUCIONADO, estás en un proceso de cambio profundo y por tanto en una postura de alerta donde todo te es irritante hasta que llega el día que encuentras tu detonante. Puede ser cualquier cosa y puedes despertarlo tú u otra persona, puede ser una acción aparentemente simple o una frase que escuches en cualquier lugar, el caso es que algo te hace estallar y decides que no estás conforme con la vida que llevas, que necesitas avanzar y empiezas tu proceso de cambio exterior para que esté acorde con tu cambio interior.
Este tipo de reset comporta muchos cambios, por tanto no es cosa de un día, sino que se expande un poco más en el tiempo. Empezarán a entrarte muchas dudas y necesitarás exteriorizar ese cambio interior de mil formas, las más habituales comienzan por un cambio de look y nos cortamos el pelo de forma distinta y cambiamos el estilo de nuestra ropa. El revisar las estancias de nuestra casa se convierte en una prioridad y la cantidad de bolsas de basura que sacas es inmensa, nunca hubieses imaginado la cantidad de “basura” que tenías acumulada; y lo pongo entre comillas porque en realidad son objetos que apreciabas en el pasado, pero que debido a tu cambio interior han dejado de aportarte. Empieza la redecoración y es posible que pierdas unos cuantos amigos por el camino debido a que ya no estás en su misma honda y sus temas de conversación ya no te parecen interesantes, por lo que empiezas a conocer gente nueva. Es posible que ya no le veas sentido a tu trabajo y decidas buscar otro o emprender por tu cuenta.
Se trata de un cambio tan radical que todas las áreas de nuestra vida, en mayor o menor medida, se ven afectas y es necesario reevaluarlas y acomodarlas a nuestra nueva mentalidad y la nueva vida en la que estamos trabajando.
Es un proceso duro, pero necesario y del que no se puede escapar, estás dejando ir una parte de tu pasado para convertirte en una mejor versión un poco más despierta.
Y tú,
¿Cómo abordas tus días de reset?